El Cold Brew es la bebida perfecta para quienes buscan un café suave, lleno de matices, y con un toque refrescante. Si eres un sibarita del café, este método es para ti. Lo que hace especial al Cold Brew es su proceso de extracción en frío, que resalta los sabores del café de una manera distinta a cualquier otro método tradicional.
Es muy fácil y el resultado te sorprenderá.

Solo necesitas:
1. Agua mineral
2. Café molido
3. Jarra Hario

¿Cómo prepararlo?
La receta empieza desde los 60gr por litro hasta los 100 gr por litro, dependerá del tipo de café empleado, su tostado y la intensidad que deseemos conseguir. Menor tiempo nos dará como resultado un café más ácido, y cuanto más lo prolonguemos más intensidad y cuerpo obtendremos.
Una vez que tengas todo listo, coloca el café en el filtro y ponlo en un recipiente con agua. Después, tapa bien el recipiente y déjalo en la nevera entre entre 6 y 20 horas. Así, el café se extraerá lentamente y obtendrás un café lleno de sabor.

El toque final
Cuando el tiempo de infusión haya pasado, ¡es hora de disfrutarlo! Sirve tu Cold Brew sobre un cubito de hielo para un toque aún más refrescante. El resultado es un café con cuerpo, aromático, lleno de matices y de baja acidez. Perfecto para cualquier momento del día, especialmente cuando el calor aprieta.

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Disfruta de un café diferente, más suave y refrescante. ¡No hay nada como un buen Cold Brew para conquistar tu paladar!